La Huasteca Veracruzana





Huasteca es el nombre de una región en México que comprende el norte de Veracruz, el sur de Tamaulipas, la Sierra Gorda de Querétaro y partes de los estados de San Luis Potosí e Hidalgo.
En el estado de Veracruz la Huasteca se localiza hacia el extremo norte, desde el río Cazones hasta el río Tamesí. Se subdivide en dos regiones; Huasteca Alta y Huasteca Baja. Su relieve es llano y de bajos lomeríos y su clima cálido. Está irrigada por varios ríos y lagunas entre los que destacan el río Tuxpan y la laguna de Tamiahua; la ciudad más importante de la Huasteca veracruzana es la ciudad y puerto de Tuxpan. Una de sus zonas arqueológicas más importante es el castillo de Teayo.

Su vestimenta


A excepción de Tamaulipas y en algunos casos en Hidalgo, el vestuario Huasteco femenino representativo para la danza, incluye el quetchquémitl (Náhuatl: vestido de la parte de arriba) pronunciado Keském o dhayem en Tenek, la lengua moderna de los huastecos. El cueitl o enredo y el petob o tocado son todas prendas de orígen pre-colombino que han sobrevivído hasta el presente. Mas el vestuario predominante es una creación reciente del maestro Baldoseras de Monterrey que consiste en un quetchquémil bordado con una estililzación de la flor de la amapola, falda de olán de tres cuartos de largo y un mandil bordado como el keském. Los hombres usan guayabera y portan un sombrero local en la mano. Es altamente probable que el huapango nunca se haya bailado como se hace en las representaciones folklóricas de hoy, mas se ha convertido en favorito de músicos y maestros de danza experimentados.

Su actividad agricola

La Huasteca es una importante zona ganadera y pesquera; el verdor de sus llanuras sólo se interrumpe por lomeríos y sierras de poca altitud. El clima es tropical, con lluvias suficientes para la agricultura y la ganadería.

Su sociedad

En la zona nahua de Veracruz no existe la organización cívico religiosa conocida como mayordomía, que juega papeles importantes en otras zonas indígenas del país. La estructura social y la organización están ligadas a las formas de tenencia de la tierra; los ejidatarios, comuneros o avecindados contribuyen con trabajo para cualesquiera de las actividades demandadas por las autoridades. Existe también la "mano vuelta", consistente en la prestación de trabajo recíproco, tanto para las actividades agrícolas como para las labores de beneficio social. Las autoridades nombradas juegan diferentes papeles, desde autorizar la asignación de terrenos a nuevas familias hasta la organización de las fiestas patronales y religiosas importantes, como la ceremonia de Todos los Santos.

Su lengua


En general, en la huasteca la población indígena mayoritaria la constituyen los hablantes de nahua. En Veracruz los municipios con mayor contacto interétnico son: Ixhuatlán de Madero, en donde viven nahuas, otomíes y tepehuas; Zontecomatlán, con los mismos grupos étnicos, y Chicontepec, en donde predominan los nahuas y casi no existen otomíes y teenek.

Sus productos


En la zona de Veracruz el maíz constituye el cultivo principal, generalmente con dos ciclos al año: el Xopamilli , de temporal, y el Tonamilli , de humedad. Las mejores tierras con humedad se localizan en las vegas de los ríos. Se cultiva con el sistema de roza, tumba y quema. Los principales productos son maíz, frijol y chile, y como cultivos comerciales, el cafeto, la caña de azúcar y los cítricos, además de la práctica de la ganadería extensiva. Complementan su reproducción social y económica con diversas actividades de recolección y pesca, con la fabricación de artesanías, el trabajo asalariado y el ser jornaleros locales.

En la zona nahua de Veracruz la población se ocupa principalmente en actividades primarias.

En relación con las organizaciones de productores para la zona nahua de Veracruz, se han estructurado Fondos Regionales que trabajan con inversión del INI en los municipios de Chicontepec (que abarca Chicontepec, Benito Juárez e Ixhuatlán de Madero); y los fondos de Ilamatlán y Zontecomatlán. Además están las Uniones de Ejidos de Comités Comunitarios en Chicontepec, la Unión de Ejidos del Sureste de Chicontepec, la Unión de Ejidos Beltrán Vinazco de Ixhuatlán de Madero, la Unión de Ejidos Piloncilleros de Benito Juárez e Ixhuatlán de Madero. Todos estos grupos trabajan principalmente en productos básicos, café, naranja y piloncillo.

Otras actividades económicas de la región son las diversas industrias derivadas de los productos del campo, además de la producción de gas natural y petróleo, así como la generación de energía eléctrica.

Su música típica

También se conoce con el término son huasteco. En un principio existía la diferenciación entre los términos, siendo los huapangos las canciones con letra fija y los sones huastecos las piezas para trovar, para echar versos. Se toca en las regiones de Veracruz, San Luis Potosí, Hidalgo, Tamaulipas, Puebla y Querétaro.

El origen del huapango se remonta al siglo XVII y es producto de la fusión de las tradiciones musicales de los indígenas nativos del lugar con la instrumentación propia de los europeos. En el caso del huapango, estas influencias se observan en la instrumentación, la rítmica de 6 por 8, el canto con falsete y el zapateado sobre tarima que juega un papel importante en la composición musical del género.

El conjunto tradicional de huapangueros es llamado trío huasteco, y está formado por un ejecutante de quinta huapanguera (una guitarra de cinco u ocho cuerdas y cajón de resonancia mayor que el de la guitarra normal), mientras otro ejecuta la jarana huasteca (un cordófono de cinco cuerdas distinta de la jarana jarocha). Estos dos instrumentos llevan el ritmo y la armonía de la pieza, mientras el violín pauta la melodía. El canto del huapango se ejecuta generalmente a dos voces, y en ocasiones los cantores se turnan los versos de una copla. En este caso, las formas comunes son que la primera voz cante los primeros dos versos y la segunda los repita, o bien, le conteste con otros dos versos. Mientras los cantores ejecutan los versos, el violín guarda silencio y el zapateado es menos impetuoso.

Desde años remotos el huapango ha sido objeto de la reivindicación cultural de los nativos de la Huasteca: las estaciones indigenistas de radio recopilan las ejecuciones de los grupos indígenas de la región; se celebra anualmente un encuentro de huapangueros en alguna de las localidades de la Huasteca (el primero fue en Querétaro), siendo el más importante el que se realiza año con año en San Joaquín, municipio del mismo estado, considerado por Conaculta (Consejo Nacional para la Cultura y las Artes), el evento más importante de esta categoría, sólo después de la Guelaguetza. De hecho algunos tríos han creado fama comercial por producir material y realizar giras internacionales para promocionar el género, como son los casos del Trio Armonia Huasteca de Frumencio Olguin y el Trio Tamazunchale. En algunas poblaciones del Estado de Hidalgo como Nicolás Flores el huapango es la musica principal con que se amenizan los bailes populares. En Nicolás Flores (municipio) Estado de Hidalgo se realiza en Febrero de cada año un Concurso de Baile de Huapango para aficionados, y es el evento central de sus Fiestas Anuales en esa misma fecha.

El Huapango, por ser un ritmo muy falsado (es decir, que en cada 3/4 de compás se marca el falsete) nos indica que la raíz del flamenco, con ese particular cante jondo, puesto que su herencia en el marcado del ritmo es abundante, aunque en el caso de la melodía, formada por una escala en C mayor, hace que el acorde marcado sea armónico al sonido producido por la Jarana y que se una al ritmo marcado por laQuinta Huapanguera.

Uno de los huapangos más conocidos es "El Querreque", en el cual dos personas acompañadas por sus intrumentos musicales, se "pelean" usando rimas.

Su historia


En la época prehispánica el territorio huasteco estaba poblado por diversos grupos: huastecos, tepehuas, otomíes y totonacos, ubicados en el sur y suroeste; mientras que en el norte y noroeste se hallaban los nahuas , entreverados con guachichiles, pames y diversos grupos chichimecas. La región era conocida con el nombre de Xiuhcoac, que significa "serpiente de turquesas".

Los nahuas han sido identificados con los aztecas o mexicas, que constituían la sociedad dominante en Mesoamérica a la llegada de los españoles; su lengua, reconocida como la lengua oficial en Mesoamérica, era el náhuatl. La población nahua llega en oleadas migratorias, a raíz de la caída de Tula, a poblar el norte de Veracruz y el oriente de San Luis Potosí y, posteriormente, se consolida en el centro y sur de la Huasteca, a partir de la conquista mexica en el siglo XV.

En el centro y sur de la Huasteca, grupos importantes de huastecos fueron nahuatizados por esta invasión. Desde entonces hasta la fecha, el idioma náhuatl ha sido hablado en la Huasteca prácticamente en las mismas zonas. En la parte baja del Pánuco, los nahuas emigrantes establecieron alianzas con los huastecos para defenderse de los ejércitos de los mexicas. Los nahuas aztecas invadieron el territorio de los huastecos, ocupando casi todo el sur de la región, desde Tuxpan, Temapache y Tampatel hasta Aquismón (San Luis Potosí), con el propósito de rodear al señorío independiente de Meztitlán, al que no habían podido derrotar, para someterlo al gobierno de la Triple Alianza.

La dominación mexica duró hasta la llegada de los conquistadores españoles en las primeras décadas del siglo XVI. El sometimiento de la Huasteca a la corona española estuvo a cargo de Hernán Cortés y de Nuño de Guzmán. Por su ubicación geográfica, como salida al mar, los grupos de la Huasteca fueron muy afectados en la primera década de la conquista. En los años posteriores a la invasión española la población sufrió un drástico descenso, debido al tráfico de indios esclavizados hacia las Antillas y el Caribe, desde 1524; y a las epidemias (1532) y rebeliones indígenas.

La administración colonial reorganizó las bases sociales prehispánicas. Para ello instrumentó un proceso de fragmentación de los pueblos, con la incorporación de nuevas instituciones, como el sistema de encomiendas y tributos; reestructuró el territorio con la creación de las congregaciones, que le permitieron reubicar a los indios en poblaciones, y la expropiación y despojo de sus tierras para la introducción de la ganadería y nuevos cultivos, como la caña de azúcar, los cítricos y el plátano, además de la agricultura tradicional de maíz, chile (ají), frijol, calabaza y algodón.

En relación con la religión, los cultos prehispánicos conservaron su vigencia, utilizando la gran mayoría sus nombres en náhuatl, a pesar de los procesos de evangelización emprendidos por los españoles. En los siglos XVII y XVIII se reestructuraron los cabildos indígenas, asignándoles un mayor rango de funciones y de autoridad para el gobierno interno de sus comunidades: recolección de tributos, pago a la Iglesia de las cargas impuestas, y responsabilidad de las tierras, de los bienes de las comunidades y de la representación en los pleitos agrarios. Aunque los indígenas elegían a los cabildos, la presencia de encomenderos y religiosos era constante, procurando favorecer sus intereses.

En el siglo XIX la Huasteca se caracterizó por la proliferación de las haciendas, por lo que se generalizó la ganadería y el cultivo del maíz basados en la explotación de la mano de obra indígena. Se dio también un crecimiento importante de la población, convirtiéndose los indígenas en el grupo mayoritario de la zona. La población nahua durante el período del virreinato y del siglo XIX estuvo asentada en Hauyacocotla, Huejutla, Yahualica, Tepetzintla, Chicontepec, Ixhuatlán, Ilamatlán, Chiconalmel y Platón Sánchez. En Huayacocotla, Zontecomatlán e Ixhuatlán convivían con otomíes y tepehuas; en Tancoco, con teenek.

A fines de la centuria pasada se inició la construcción de las vías del ferrocarril para comunicar a la región con el exterior, lo cual se tradujo en diversos cambios. A principios del siglo XX se inició la explotación del petróleo en México, estableciéndose la Mexican Petroleum Company en la zona de la Huasteca, por la existencia de subsuelos petrolíferos, considerándose a la Huasteca con un alto valor para las compañías petroleras extranjeras.

Los indígenas participaron en la guerra de independencia, como protesta ante los agravios y despojos de tierras por parte de los españoles. Consumada la independencia, se enfrentaron a nuevas leyes agrarias desfavorables para las comunidades y a la expedición de las leyes de desamortización de bienes corporativos. La defensa de sus tierras implicó numerosas rebeliones, generalizándose las luchas campesinas durante los últimos 20 años del siglo pasado y en la primera década del XX.

Durante la Revolución Mexicana, fueron principalmente los hacendados descontentos con el Porfiriato los que se confrontaron en la región, fortaleciéndose los cacicazgos. En los años veinte los campesinos se rebelaron en muchos puntos de la zona, logrando la recuperación de algunas tierras. Desde 1930 se formalizó parte del reparto agrario.

Entre 1970 y 1980 hubo un resurgimiento de la lucha agraria que sacudió a la Huasteca de manera especialmente virulenta, con lo que se logró que más de la mitad de las tierras fueran propiedad de los pueblos indios. De hecho, la recuperación de las tierras ha sido uno de los motores de la dinámica social y política regional en todos los períodos históricos.

En los últimos años, la Huasteca se ha singularizado por un proceso de desarrollo basado en la especialización productiva, con la ganadería de engorde de bovinos, las plantaciones tropicales de caña de azúcar y cítricos, el cultivo del cafeto y maíz, una incipiente industria de transformación y una dinámica actividad comercial.

Su localización


La Huasteca es una región natural dividida políticamente entre los estados de Tamaulipas, San Luis Potosí, Hidalgo, Puebla y Veracruz. La parte correspondiente a nuestro Estado es la más poblada y desarrollada de las cinco.

Los ríos Tantoán, Tamesí y Pánuco la separan del estado de Tamaulipas, y por el sur, el río Cazones forma el límite con la Región Totonaca. Al este, la Huasteca desaparece en el Golfo de México, donde se encuentra la extensa laguna de agua salada de Tamiahua, separada del mar por un cordón litoral; y, en la parte oeste, termina en la Sierra de Huayacocotla y los estados de San Luis Potosí, Hidalgo y Puebla.

Las principales ciudades de la Huasteca son Tuxpan , Tamiahua , Teayo ,Temapache , Chicontepec , Pánuco , Tempoal , Tantoyuca y Cerro Azul . La población está constituida por grupos indígenas huastecos, nahuas , totonacos, otomíes y tepehuas que en mayor o menor medida fueron mezclándose con los hispanos llegados posteriormente.